Preámbulo y Alumbramiento

Preámbulo y Alumbramiento



Aquí nace este blog colectivo y abierto. Unos cuantos “atrevidos”, apasionados de la cultura en sentido amplio, lo ponen en marcha simplemente porque sí, porque todo camino empieza con un primer paso y porque alguien debe echar a andar un proyecto, sin más. Pero no se trata de inaugurar algo -que para cortar una cinta sobrarían gerifaltes voluntarios- sino más bien darle un primer empujón y que tenga continuidad. Los colaboradores iniciales quieren sólo promover e impulsar, no capitalizar este espacio. Lo ideal sería que el blog se nutriese con la aportación de muchos entusiastas que tienen algo que mostrar y se deciden a hacerlo, asumiendo y respetando la fórmula, la filosofía y los principios recogidos en el decálogo del blog. Ellos son los invitados a participar, ellos son los elegidos.

Para participar, puedes enviar tu colaboración al correo :
mansillacultura2012@gmail.com

martes, 31 de julio de 2012

viernes, 27 de julio de 2012

El ingenio está en la calle


El anuncio apareció hace dos años, pegado con cinta de embalar en una pared de la plaza del Pozo, auspiciado por una peña de las fiestas de Mansilla. Decía: ofert spanish paella and beer 4,65 € last day sevillans dancing incluided until 22:00 h. phone reservations 618 XXX XXX

En el pueblo está el ingenio. El idioma era un inglés macarrónico pero entendible. La nota era un guiño al peregrino, una sonrisa al visitante, una gracia al despistado. Y el anuncio cuajó: vendieron raciones de paellas.

Un amigo cuenta a veces que fueron un grupo de chavales a Marbella, estudiantes sin repajolera idea de inglés, y para ligar con las extranjeras cuando estaban bailando en la discoteca les soltaban algo así como: “cuando finito dancing, ¿posible apartamento?” Y el mensaje cuajaba: ligaban con las turistas.

Pues eso, que hablando y escribiendo se entiende la gente, y guiñando más, y riendo mejor aún.

Ana Nieto

De ida y vuelta


Estaciones. Tabucchi decía que eran una suerte de no-lugares, limbos urbanos, espacios sólo de uso y de paso. Desde luego son sitios singulares, de ambiente siempre especial y variada fauna humana, con sabor y color y calor dispares según las distintas veinticuatro horas del día (por cierto, ¿por qué le decimos estación al lugar en el que estamos siempre de paso? estacionarse, transitar… ¿no son conceptos antónimos?)

Estación de Mansilla. No iba a ser menos. Allí llegan autobuses (que toda la vida fueron coches de línea) de los que bajan estudiantes con carpetas en sus axilas y suben obreros con sudor en sus axilas, se apean amas de casa con prisa para hacer la comida y embarcan peregrinos con prisa para hacer el Camino… ¿y esperando? ¿y en el andén? Pues desde jubilados que matan un poco más sus horas muertas hasta confusas señoritas de larga cabellera con la que atizan continuos ramalazos al viento.

Estación de Mansilla: lugar de cita y de encuentro, de recreo o de reposo. Abrigo de quejas, refugio, diván. Rincón popular con lema ya emblemático, SQTA, acrónimo de Sabes Que Te Aprecio. Abierto siempre, todas las horas de todos los días de todo el año, para ahogar penas a voluntad, en agua o en alcohol. Manuel sostiene por ello que debería estar considerada un servicio social más. Yo estoy de acuerdo.

Javier Cuesta

jueves, 26 de julio de 2012

Un poco de Historia


El 16 de junio de 1322, Alfonso XI concede la exención de PORTAZGO en todas las ciudades y para todos sus bienes a los habitantes de Mansilla de las Mulas, por encontrarse muy yerma y despoblada al haber sido robada y saqueada por poderosos y malhechores.

F.Llorente

martes, 24 de julio de 2012

Los sueños de las zapatillas

por Toño Morala



Érase una vez unas zapatillas que se calzaban del revés.
Algunos niños y niñas no sabían de sus pies, y se confundían cada vez.
¡¡Eh...tráeme a mi hermana la zapatilla, que la has dejado en el salón,
y  tiene que estar conmigo recogida en tu habitación...
además es hora de dormir...y nos vamos a sacudir!!
En la mochila  todo el mundo bien...los lapiceros... los colores... los cuadernos...
los dibujos también...y andan los números y las letras bellas reposando de una vez...
Se duermen los niños y las niñas y comienzan a soñar las zapatillas... ¡pardiez!
¡¡Hala...hala...mirad...sueñan que están jugando a la comba unas estrellas y una  zambomba...mientras la luna alumbra a los trigos verdes en penumbra...!!
¡Ja, ja, ja...ahora hay muchas zapatillas de colores,bailando entre amapolas rojas y aplauden mil mariposas  entre mil margaritas orgullosas.
Y se mezclan  el amarillo y el rosa, el verde y el rojo, y todos los niños y niñas se
visten de  tul, y bailan por el cielo azul.
Pero hay un niño triste...no tiene zapatillas y sus deditos  no saben caminar...
tampoco tiene escuela ni pan...¡¡y todos los niños y niñas le regalan sus zapatillas,
y le quieren llevar a su escuela...y quieren compartir su pan! ¡Qué buenos niños y niñas tiene este lugar!
Más tarde se ponen a jugar al corro bueno del árbol  que hay que cuidar, que nos da vida...y  frutas  que masticar.
Que el mundo es muy grande y todos  podemos  jugar...tan pronto con una chinita amarilla...como con un blanquito crepuscular, y también con un negrito africano al que hay que ayudar.
Y al alba...al  alba boreal, se despiertan las madres y el desayuno hay que tomar...
que hay que hacerse grande como un  árbol colosal.
Camino de la escuela van todos los niños y niñas del mundo casi mundial, a aprender sabiduría para hacer un mundo más justo y así ser más humanos y solidarios.
Y en la clase les espera el maestro o la maestra, que es su amigo natural.
Les enseñan cosas bonitas para compartir, y así ser más feliz.
Y así acaba  este cuento poema titulado, Los Sueños de las Zapatillas...
que eran todas muy bonitas y así...y así se van a quedar.  

viernes, 20 de julio de 2012

La otra plaza

La que no es del pozo, la que es del grano. La otra gran plaza de mercado en la villa mansillesa, también con sus rancios, envejecidos soportales y su empedrado recién salido del arreglo y su fuente recién entrada en la discordia. Plaza grande que huele a historia. Plaza irregular, desparramada, inabarcable.

Y también zoco de mercaderías, regateos y tratos, pero –a diferencia de la del pozo- ésta más badulaque al aire libre que lonja de auténticos productos alimentarios. O sea, originariamente del cereal (como atestigua su nombre), después de la huerta y ahora más bien del trapo.

En ella (cada martes) todo colorido, mucho tenderete de hierro y mucho plástico, mercaderes cosmopolitas, género variopinto: chirucas, relojes, bolsos, bragas a granel o camisetas colgadas en sus perchas, bamboleándose en los puestos como si estuvieran ahorcadas. Rebajas sobre las rebajas, baratillos, chandalismo. Si acaso al final, arrinconadas, algunas antigüedades dispersas en el suelo evocan el carácter primario de estos rastros.

Es la otra plaza, es no tanto mercado, es más mercadillo.

J. Cuesta

miércoles, 18 de julio de 2012

Un dicho y un canto


Un dicho:

              Las leguas en Castilla, la distancia entre Reliegos y Mansilla.


Un canto:

             De Reliegos sale el sol,/ de Santas Martas la luna/ y mi morenita sale
 de Mansilla de las Mulas./


F.Llorente

lunes, 16 de julio de 2012

Esla en otoño

                  de Toño García




Llegas escondido entre los chopos. De repente / -majestuoso, siempre imponente vayas donde vayas- / te ensanchas, te extiendes al lado de la Fuente / de los Prados, y miras de reojo las murallas / antes de escabullirte en secreto bajo el puente.
Eres hijo del Duero, el hijo mayor, el Esla río, / señor desde la Montaña hasta Mansilla, señor mío.

sábado, 14 de julio de 2012

Soneto monorrimo

                                         

                                                          
                                                          

viernes, 13 de julio de 2012

Los martes, mercado

Un pozo tradicional en el justo medio ofrece agua al visitante –aunque sea de la traída- y nombre a una plaza, a cuyo alrededor los edificios se apiñan enfrentados por la diversidad: madera, ladrillo o barro conviven con materiales de más reciente prosapia. En su esquina oriental, una moderna escultura se desparrama en haces para homenajear al peregrino. Un poco más atrás, el pináculo torcido de la torre de Santa María vigila todas las transacciones.

Es como el zoco hortofrutícola de la villa. La vieja plaza porticada puede acoger de todo: un orondo parroquiano extiende un toldo verde sobre sus llamativos tomates semi-autóctonos, este hortelano repantingado en una silla de picnic exhibe plantas mustias de sus semilleros, aquel pesa fruta en una romana de las de antes, en un cestito de mimbre lucen varias docenas de huevos caseros custodiados por una mujer con pañoleta en la cabeza, un apicultor aprovecha el banco como mostrador para sus tarros de miel de brezo, ese jubilado con todo el tiempo del mundo regatea con aquel tosco campesino por una manada de cebollín, los sacos de patatas reposan horizontales en el suelo, como muertos.

Pero no sólo de la huerta vive el hombre, y en una callejuela adyacente una mujeruca –demasiado mayor para trabajar, tal vez demasiado pobre para jubilarse- abre su mesita plegable y esparce encima cuatro tiñosos juguetes. Cuatro, contados. Y al marchar recoge los mismos que sacó, exactamente.

Mansilla de las Mulas. Los martes, mercado.

lunes, 9 de julio de 2012

Un poco de historia



Algunos historiadores, entre ellos González Gallego, apuntan que en el siglo XII el hecho fundamental a orillas del Esla será la llamada “FUNDACION” de Mansilla de las Mulas. Se refiere esta fundación, claro está, a la repoblación con gentes de todo los lugares, ante las ventajas económicas prometidas por el Rey Fernando II de León, recién separadas Castilla y León.
Fernando II, que concede en 1181 a Mansilla la Carta Puebla, con aplicación del Fuero de Benavente, construye un impresionante recinto amurallado al lado del puente sobre el Esla, para defensa de la capital del viejo reino de las incursiones de los castellanos que dominaban hasta Sahagún, y también para protección del trasiego comercial y de las peregrinos a Santiago.

Félix Llorente

Algo queda, aún

Desesperanza, en verso:
Un mundo brutal, / abusivo acecha / ahí afuera. / Mundo bochornoso, / duro con el paria, / amable con el rico, / manso con el poderoso.
Esperanza, en prosa:
Una vez más, y van ya muchas, hay algo superior que nos ayuda a superar un día jodido de un mes difícil, en un año duro de una época negra. Lecturas, libros. En tantos y tantos momentos la buena literatura nos salva del peligro, evita que sucumbamos a los riesgos: soledad, malhumor, locura o depre (por ejemplo). ¿Y la estulticia? Nada como una bien construida escollera de letras para detenerla. Este blog, sin ir más lejos.
J. C.

Vieja coplilla

Tiene, tiene Mansilla,/ lo que no tiene Madrid./ Tiene la Virgen de Gracia,/ y el Cristo de San Martín./
F.LL.

jueves, 5 de julio de 2012

Cultura en el sur de León


Hubo tiempos mejores para la cultura en los pueblos y en las ciudades de nuestra tierra, tiempos donde la cultura tenía una relevancia importante a todos los niveles, un legado dejado en el olvido por instituciones y asociaciones diversas que son incapaces de seguir un mínimo de actividades sin la subvención de turno. Cultura enlatada para el ego y el disfrute de unas minorías pseudo-intelectuales de barrigas agradecidas y un intento de “cultura elitista” solo para entendidos; dejando la cultura popular y participativa fuera de los foros, aparcada en la plebe trabajadora y menos culta según sus criterios.
Ahora toca arrimar el hombro para hacer cultura sin costes casi, sin grandes eventos, donde el creativo o creativa en todas las formas posibles, regala un tiempo para compartir, un tiempo para llegar a la emoción en muchos casos… y trabajando por amor al arte, nunca mejor dicho. Es el tiempo del frío y olvido, el tiempo de silencios cómplices en muchos casos, y en otros la crítica a lo mal establecido, cuenta con un rechazo casi general. La norma en cultura es que no hay norma, sin embargo siempre nos quedarán las tradiciones y cultura simple y llana, humilde y sencilla que comparte valores de solidaridad y encuentros llenos de amistad y sentimientos limpios; ahí es donde tenemos que poner toda la creatividad al servicio de una sociedad muy castigada por las diferentes crisis, y que la cultura a todos los niveles ayudará a resolver.
Aquí en nuestro sur de León, con uno de los patrimonios históricos y humanos más ricos en todas las facetas, uno siente que se pueden hacer muchas cosas, compartir tradición y arte contemporáneo… la cultura ayuda a sentir felicidad, y de eso ya nadie habla. En fin, algunos y algunas tenemos la voluntad de hacer cultura sin nada a cambio, es suficiente con ampliar la participación ciudadana para sentirnos todos y todas mejor.
Toño Morala

miércoles, 4 de julio de 2012

Fútbol, héroes, patria, dioses y fanáticos


Once tipos en calzón corto revolucionan y estimulan a un país en quince días, lo que no consigue un triste presidente en medio año. Once héroes se convierten casi en dioses y cincuenta millones en fanáticos. Toda España es un campo de fútbol y toda la calle es un alivio de pasiones colectivas. Eso está bien, divertirse nunca es malo, pero resulta exagerado el ímpetu, el entusiasmo, con la que está cayendo fuera de ese estadio/espejismo y de esos fugaces noventa minutos de tregua futbolística.

El deporte, por así decirlo, es sólo un respiro, un premio de consolación. En apenas cuarenta y ocho horas el triunfo habrá sido fagocitado por la descarnada realidad.

(Entre paréntesis: sería buen momento, ahora que acabamos de salir de la euforia pelotera española y europea, para reflexionar sobre tanta exaltación, tanta ostentación de símbolos en coches y balcones. La cosa suena a oportunismo: muchos aprovechan la coyuntura para salidas de armario del forofismo patriotero, y los chinos para vender banderas a granel. Retornen los trapos doblados a sus cajones. Urge volver a meter pecho, controlar tanto ardor, despertar.)


J. Cuesta